Desde la Asamblea Municipal de Izquierdas-Corella Decide Erabaki, por
nuestra visión favorable a una sanidad digna, pública y una atención adecuada
para todas las personas y, en este caso, para todos los riberos y riberas, nos
solidarizamos con la causa de la Plataforma Ribera en defensa de la Sanidad Pública.
También mostramos nuestra solidaridad con todas las personas empleadas en el
hospital de Tudela y que ante los servicios de los que el gobierno de UPN nos
quiere privar en dicho hospital es muy posible que pierdan su puesto de
trabajo. Por estos motivos pedimos al gobierno de Navarra que paralice el
desmantelamiento del laboratorio y el traslado del 70 por ciento del servicio
que dicho laboratorio presta a los ciudadanos y ciudadanas de la Ribera. Mostramos
además nuestra sorpresa ante el rechazo del equipo de gobierno de UPN en bloque
ante la moción de la plataforma, que la oposición sí defendió y que nada más y
nada menos supone la defensa de una sanidad digna para todas las personas que
viven en la zona de la Ribera Navarra y que dependemos de los servicios que nos
ofrece el hospital de Tudela.
Nos sumamos así pues al apoyo que la actual oposición del ayuntamiento
de Corella hace a esta moción.
MOCIÓN sobre el laboratorio del hospital
EXPOSICIÓN
DE MOTIVOS
En los últimos años se están acumulando numerosos problemas en el Hospital Reina Sofía de Tudela
debido a los recortes adoptados por el Departamento de Salud del Gobierno de
Navarra: más de dos años sin
equipar y habilitar el nuevo edificio de quirófanos (incumpliendo las reiteradas promesas de
solución), malas
condiciones para los pacientes en el hospital de día oncológico (por el
retraso del también anunciado traslado a la quinta planta), derivación de
pacientes a centros privados de Pamplona para realizarse ecografías, mamografías, consultas de raquis, intervenciones quirúrgicas, etc
por lista de espera o falta de disponibilidad (por averías) de los
aparatos necesarios, ocasionando graves problemas sociales y económicos tanto
a las personas afectadas, como a sus allegados.
En este contexto, se ha recibido en el Hospital y en la Ribera con
enorme preocupación la noticia de que el Departamento de Salud iba a acometer en marzo
el anunciado traslado a Pamplona de gran parte del Laboratorio del Hospital, en
concreto del 70% de las analíticas que actualmente se realizan, las provenientes de todos los
ambulatorios y centros de salud de la comarca.
Se trata de llevar a cabo una decisión tomada y anunciada en 2011, lo que ya suscitó
entonces la oposición de gran parte de la sociedad ribera, que se
tradujo en la recogida de 27.800 firmas, mociones aprobadas en la mayoría de los
ayuntamientos riberos, una masiva manifestación en contra del traslado, etc. Fue una amplia
contestación social
frente a una decisión que, amparándose en razones de mayor ahorro y más calidad, se adoptó sin embargo antes de que el equipo técnico realizase su trabajo y pudiese justificar tan
drástica medida.
Tres años más tarde, seguimos sin conocer ningún estudio o informe que acredite las razones
aducidas por el Departamento de Salud, algo que acometerá
por fin la Cámara de Comptos (según acuerdo unánime de la Junta de Portavoces de 7 de enero), como
ya hizo con las cocinas hospitalarias, en las que demostró
que con la privatización se había producido un aumento de costes en lugar de un
ahorro. También en este caso cabe pensar que el coste de una analítica en
Tudela pudiera ser más barato que con su ida y vuelta a Pamplona. Si a ello añadimos los
500.000 €
invertidos en la remodelación del
Laboratorio de Tudela y el coste de la ubicación provisional del Laboratorio en Pamplona, no parece
que estén muy claras
las razones económicas de esta centralización. Se ha argumentado por parte de la consejería que la
centralización de compras
de materiales y reactivos generará un ahorro importante, lo cual
es una medida acertada, pero que no requiere la unificación de todos
los laboratorios de Navarra para llevarse a cabo.
Pero el problema no es sólo de costes, sino también de calidad. Y el traslado a Pamplona del 70% de
las analíticas
producirá
inevitablemente en muchos casos una demora en los
tiempos de respuesta (además de los errores y repeticiones que se produzcan), lo que sin duda tendrá
consecuencias negativas para la actuación clínica posterior. A ello hay que añadir la garantía de calidad, a través de la certificación ISO, que recibe periódicamente el Laboratorio del Hospital de Tudela. ¿Dónde está la mejora de
la calidad, en un servicio que ya la tiene contrastada, que resulta muy cercano
a los profesionales, y del que los riberos estamos satisfechos?
No está claro, por tanto, que con el traslado se consiga un ahorro de costes
ni una mejora de la calidad, pero sí que se producirían despidos laborales (o no renovación de contratos), en una comarca que tiene el triste
honor de ser la que soporta más paro de toda Navarra. Se reduciría con ello, además, empleo cualificado y dotación tecnológica, cuya
escasa dimensión en la Ribera es precisamente una de nuestras debilidades
estructurales, tal como vienen poniendo de manifiesto los sucesivos estudios
que se hacen sobre este tema.
El desmantelamiento funcional del Laboratorio que se ha anunciado
(junto a los demás problemas del Hospital antes mencionados) hay que sumarlo a los
sucesivos recortes en los servicios públicos que viene sufriendo la Ribera durante los últimos años
(Conservatorio, Autobús de la Vida, Colegios, Transporte Urbano, Cultura, etc.), lo que
contribuye sin duda a agrandar la brecha territorial que se está
produciendo entre el centro-norte y el sur de
Navarra.
Resulta
paradójico
comprobar lo que está ocurriendo
cuando en la Estrategia Territorial de Navarra, aprobada en 2007, se
manifestaba la voluntad de “localizar en la zona de Tudela servicios
pertenecientes a una gama de rango superior a los que su peso actual aconsejaría, con el
objeto de incrementar la centralidad de Tudela para que pueda convertirse en el
núcleo de
referencia del Valle del Ebro”. Justo lo contrario de lo que la Administración viene
haciendo en los últimos años.
Por todas estas razones, la PLATAFORMA RIBERA EN DEFENSA DE LA SANIDAD
PÚBLICA
solicita a los diferentes grupos políticos con representación municipal que defiendan y aprueben en Pleno los
siguientes puntos:
1.
El
Ayuntamiento de Corella considera necesario que se acometan ya las inversiones necesarias
para solucionar las carencias pendientes del Hospital Reina Sofía: equipar
el nuevo edificio de quirófanos, habilitar la quinta planta para hospital de día oncológico, dotarle de los recursos técnicos y/o humanos para poder realizar todas las
ecografías, mamografías,
etc.
2.
El
Ayuntamiento de Corella considera fundamental que todas las analíticas de los centros de salud y ambulatorios de la
Ribera sigan realizándose en el Laboratorio del Hospital Reina Sofía, que tiene
claramente demostrada su calidad y eficiencia, pues su traslado a Pamplona
pondría en riesgo
el actual grado de rapidez y calidad de los resultados.
3.
El
Ayuntamiento de Corella considera que la centralización de todos los Laboratorios en Pamplona, reduciendo
el del Reina Sofía al 30% de su actividad, supondría una pérdida de empleos cualificados y de tecnología sanitaria que contribuiría a agravar el déficit de servicios públicos en la Ribera, ahondando la preocupante brecha
territorial y social que sufre actualmente el sur de Navarra.
4.
El
Ayuntamiento de Corella enviará
estos acuerdos al Hospital Reina Sofía (dirección y comité
de personal), a los Centros de Salud, Ambulatorios y
Ayuntamientos de la Ribera, al Departamento de Salud y a los Grupos
Parlamentarios, así como a los
medios de comunicación.